domingo, 23 de diciembre de 2012

Espantoso

No se puede confiar ciegamente en el diccionario. Por ejemplo, todos sabemos que el adjetivo escalofriante se usa para describir, como muy bien dice el diccionario, lo «pavoroso, terrible», como en esas películas de Hitchcock en las que la tensión nos pone los pelos de punta. Es decir que las sensaciones de espanto, horror, miedo, peligro o susto son «escalofriantes». Pero, en segundo término, el diccionario incluye «asombroso, sorprendente» como definición de este adjetivo.

Dudo mucho que alguien que se haya asombrado ante la belleza de un paisaje o una obra hecha por el hombre se refiera a ello como una experiencia «escalofriante». Tampoco quien se haya sorprendido gratamente con algo lo describiría de esa manera. La realidad es que el uso general ha consagrado la primera acepción como la única válida, y aventurarse a usar la segunda sería una falta de buen criterio lingüístico.

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