Filipinas ha dado un paso importante de respeto a los derechos humanos, al aprobar una ley que prohíbe la práctica de detener personas secretamente -- y a veces, indefinidamente -- sin ser acusadas o siquiera puestas a disposición judicial. Esta ley responde a que el país es signatario de una convención internacional a esos efectos suscrito por 57 países. Significativamente, Estados Unidos se ha negado a firmarla.
La razón es sencilla: los americanos han utilizado y siguen utilizando esa práctica, directamente o a través de sus lacayos en otros países. Por lo tanto, no quieren comprometerse formal y públicamente a dejar ese proceder violatorio de los más elementales principios jurídicos en lo procesal penal.
Y ahí les dejo esa información, para que la digieran, hasta el 1 de enero de 2013.
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