viernes, 24 de agosto de 2012

Un as dentro de la manga judicial

Supongo que el juez debe haber puesto lo que los americanos llaman "poker face", es decir, un semblante inescrutable.  Un magistrado federal del estado de Nueva York ha dictaminado que no es posible encausar  por violar la ley contra los juegos ilícitos al dueño de un almacén en donde se jugaba póquer porque éste no es un juego de azar y sí de habilidad, los cuales no están prohibidos por ley federal. Así, el hombre, que cobraba un porciento de las ganancias de las jugadas en parte de su local, ha quedado libre de polvo y paja.

Me resulta extraño el fundamento de la decisión, pues, aunque hay mucho de habilidad en el póquer -- presumo porque no lo juego -- también lo hay de suerte porque las cartas no se pueden escoger a gusto. La verdadera razón por la cual los juegos clandestinos son ilegales es que no tributan al fisco. En este sentido, poco debe importar si el juego es de azar o de habilidad, toda vez que hay dinero de por medio, del cual no se paga al Estado.

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