El español tiene la ventaja sobre, por ejemplo, el inglés de que, en ciertas ocasiones, no es necesario incluir el pronombre personal para que se sepa quién es el sujeto o el antecedente en una oración. Hoy, hay dos anuncios en el periódico que no aprovechan esa ventaja. Uno proclama: «
Tú te mereces lo mejor». Otro repite: «
Tú te los mereces gratis». En ambos casos, bastaba con escribir: «te mereces», pues no puede haber otra interpretación que no sea que la referencia es a la segunda persona del singular.
Se me dirá que, en estos casos y otros similares, el uso de «tú» tiene el propósito de dar énfasis al elemento personal, y ello es entendible, sobre todo en el renglón publicitario. Pero, vale la pena resaltar esta cuestión, pues en la escritura y el habla cotidianas podemos prescindir de ciertos pronombres, siendo más breves sin afectar la claridad de la expresión, elementos deseables en la comunicación.
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