Pero, ¿y eso no es de la mítica jurisdicción federal, tan fenomenal que las autoridades puertorriqueñas han firmado un «pacto» - otro, como el de 1952 - para que nos saquen las castañas del fuego criminal? Ahora resulta que el Correo, esa otra institución federal, es un conducto para el tráfico ilegal de armas. Los correos privados - que también son americanos - parece que traen más armas que otras cosas. En cualquier caso, el control aduanero lo tiene Estados Unidos; por lo tanto, si no funciona, es culpa de ellos.
Ahora que los americanos reclaman cada vez más autoridad para intervenir en la vida puertorriqueña, principamente en asuntos de seguridad pública, conviene pasar balance de lo que logran realmente con todos esos recursos a su alcance.
A juzgar por este asunto de las armas, bien poco.
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