Significativamente, es el propio Diccionario de la Academia el que, al incluir la palabra «discapacitado» admite que es un calco del inglés disabled, algo que habla muy mal de la Academia, pues es como si en español no existieran vocablos adecuados para describir estas realidades de limitaciones físicas o mentales. De hecho, cuando define «minusválido» recurre a la palabra «incapacitada».
Es que hay realidades inescapables, condiciones insuperables, y otras que admiten cierta mejoría. Pero, si bien un amputado podría hasta correr, con una prótesis, el paralítico sólo podrá «rodar» con su silla de ruedas, y es bueno que lo animemos a participar en esas pruebas y otras por el estilo. Mas, sigue estando impedido o incapacitado, y todo el amor del mundo no puede cambiar eso.
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