A quienes me echaron de menos en estos días, les explico que estuve dictando unas conferencias sobre redacción, lenguaje y estilo en la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, en Ponce, para estudiantes diurnos y nocturnos de nuevo ingreso.
La experiencia, aunque agotadora, fue muy gratificante, por la acogida que tuvo mi prédica, casi «evangélica», de los principios de la buena redacción jurídica. Los jóvenes - y algunos no tan jóvenes - mostraron mucho entusiasmo en empezar con el pie derecho en este aspecto del estudio de las leyes, comprendiendo que no se trata de algo accesorio o secundario, sino de vital importancia para su aprovechamiento académico y desempeño profesional futuro. Mi presentación, basada en ejemplos reales y de actualidad, les abrió los ojos a los vicios del lenguaje jurídico y el método para lograr una redacción excelente, tanto en el fondo como en la forma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario