"Jesus Christ!"

En el periódico de hoy hay un anuncio de la Académia San José, de Villa Caparra, que dice, entre otras cosas: "Required High School Entrance Examination English." Pues, creo que lo que deben requerir es un examen de español, para que aprendan que la palabra «academia» no se acentúa, toda vez que es llana terminada en vocal. La confusión - que es bochornosa en una institución educativa - surge porque «académica» sí se acentúa, ya que es una palabra esdrújula. Dicho sea de paso, el anuncio está redactado en inglés, excepto que se refiere a «Escuela Elemental.»

¡Ay, Virgen, yo que creía que esos blanquitos y riquitos sabían mucho...!

Justicia cojonuda

Hay que seguirle la pista a los casos surgidos de la intervención de Estados Unidos en Irak y Afganistán, pues hay crímenes de guerra que pueden quedar impunes. En 2003, unos soldados americanos mataron a dos periodistas españoles en Irak y, como era de esperarse, el Tío Sam exoneró a sus sobrinos, con la socorrida excusa de que dispararon como respuesta a fuego enemigo. La justicia española - muy activa desde que Garzón le metió mano a Pinochet - ha estado como perro de presa detrás de los tres imputados. Ahora, luego de un revés judicial por alegada insuficiencia de prueba, ha vuelto por sus fueros con prueba nueva de que no hubo tales disparos que provocaran el fuego de los trigger-happy Americans.

¡Bien por la Madre Patria!

Un error «menos grave»

Se insiste en algunos errores. Hace un tiempo señalé que, contrario a lo que decía un anuncio de un programa de televisión, no hay niños de «0 años.» Pues, hoy, en la noticia sobre otro de esos «malvados» que metieron a Aníbal en problemas recaudando fondos ilegalmente para él sin que él tuviera cosa alguna que ver con eso, se dice que a este atrevido lo podrían sentenciar a «entre cero y seis meses...» Caray, si es a cero, entonces no lo están sentenciando. Parece que a José Delgado, allá en su exilio en lo que a algunos les gusta llamar la «capital federal», se le ha olvidado algo del español, pues todo lo que había que decir era «hasta seis meses de cárcel.»

Hasta en eso nos hacen daño los federales.

"It's very easy being Green..."

Uno supone que luego del resonante triunfo obtenido por Thomas Green, et al, en el caso de Acevedo Vilá ello ha inducido a Reimundo y todo el mundo a buscar sus servicios legales. De manera que no se le debe hacer mucho caso al Contralor con sus «majaderías» de exigir que haya un contrato para que se pueda facturar y que se justifiquen las facturas por bagatelas de $12 mil en el presupuesto de la AEE. Hombre, un talento jurídico de esa naturaleza hay que pagarlo a cualquier precio. Hasta Fortuño lo reconoce así, renovando el contrato entre ese bufete y el Banco Gubernamental de Fomento.

«Es mejor caer en gracia que ser gracioso.»

Mala leche con Silverio

Hasta para insultar hay que saber. Edgardo Huertas ha tildado de «usurero» a Silverio Pérez, pero, a menos que éste se haya dedicado a prestar dinero a tasas de interés elevadísimas, la acusación es viciosa. Huertas se pudo haber despachado con la cuchara grande diciendo que Pérez es un abusador, aguzao, aprovechao, listo, negrero, etc. Que para eso nuestra lengua es rica en formas de señalar los defectos ajenos, ciertos o alegados.

Ni tan poco ni tanto

De primera intención, me parece bien que se alargue el plazo para que se pueda impugnar la paternidad; tres meses luce como un término muy breve para hacer lo que, en algunos casos, puede ser algo que hay que pensar muy bien. Lo de que se tenga hasta un año para realizar esta gestión parece excesivo. De ordinario, no se quiere cargar con un muchacho ajeno, pero «hay razones del corazón que la razón no entiende», y ello puede llevar a que se asuma una paternidad ajena. Creo que, con todo, seis meses debe ser suficiente para que el interesado efectúe la introspección necesaria para decidir lo que quiere hacer en trance tan trascendental.

Intransigente

En carta al periódico, una maestra comenta la situación del magisterio, y cerca del final escribe: «Se trata de nuestros estudiantes y de nuestras escuelas y ahí sí que no vamos a tranzar.» Aunque su combatividad y militancia magisterial son admirables, su conocimiento del español no lo es. Resulta obvio que lo que la maestra de Toa Baja quiso decir es no van a transar, un americanismo que se usa en vez de transigir, es decir, ceder o consentir. Tranzar existe, pero con el sentido de cortar o tronchar.

Como no sea que a la maestra de marras le tranzaron sus estudios del español...

¡Ay,San Patricio!

En estos días, en Irlanda no se habla de otra cosa sino del escándalo mayúsculo de las revelaciones de los abusos físicos y sexuales en menores de edad bajo la guarda de instituciones católicas durante varias décadas. Por lo que ha salido en un informe oficial, hubo complicidad - cuando menos, de silencio - del Estado y de una sociedad en general que, al decir de un periodista, le había dado carta blanca a sus curas para que actuaran por la libre. Ahora hay llanto y crujir de dientes, pero el daño es demasiado grande para «arrepentimientos» de última hora.

Una vez más se comprueba que los asuntos públicos no deben estar subordinados a las religiones ni debemos confiar desmedidadmente en quienes visten una sotana o cualquier otro símbolo eclesiástico.

Destemplanza y desprecio

Es unánime el repudio - no cuento a los fanáticos que puedan aplaudirlo - al Secretario Sagardía, por el bochinche protagonizado por él en el Capitolio. No solamente por su destemplanza, sino por la actitud de menosprecio de la función pública suya y de los legisladores. Es evidente que el hombre piensa que no le debe explicaciones al país sobre sus actos, cosa que lo descalifica sumariamente para ejercer ese cargo público o cualquier otro. Decía un viejo profesor de Derecho: «Los abogados y los hombres casados siempre tenemos que dar razones.»

Sagardía es el abogado del Pueblo de Puerto Rico. Como tal, es el primero en la fila de los que tenemos que dar explicaciones.

A mis consecuentes lectores vaya esta explicación: estaré de vacaciones del 15 al 24 del corriente mes.

"Toñita's Troubles"

Se confunden los términos. Sobre el caso de «Toñita», la prensa dice: «La acusan por fraude, falsificar documentos y hurtar servicios gubernamentales.» Francamente, la doctora podrá ser culpable de muchas cosas - sobre todo de creerse "a legend in her own mind" - pero no de «hurtar» servicios, pues la apropiación ilegal - término moderno - se refiere a bienes muebles, es decir, cosas u objetos. Lo que se imputa es el aprovechamiento indebido de servicios por parte de funcionarios públicos.

Bastante tiene la doctora Coello, para que le abulten su ficha policial con delitos mal configurados.

Una bestialidad

Tengo que suponer que hay un simbolismo en el total de las fianzas impuestas a los gatilleros de Toa Baja: $666 millones. No sé si esto es parte de lo que los americanos llaman faith-based iniatives, pero lo del supuesto «número de la Bestia» luce como mucha casualidad. Ahora, con los diez minutos de reflexión acerca de los ocho mandamientos y otros acercamientos del Estado a la Iglesia, cualquier cosa es posible. Atrás ha quedado el «mandamiento» constitucional de que «las fianzas no serán excesivas.»

Por supuesto que el crimen imputado es horrendo y los presuntos implicados son unos cuantos, pero no hay forma de que la matemática jurídica arroje un resultado como el de este caso...a menos que se quiera enviar un mensaje con claros matices religiosos.

De madre

Supongo que ha sido la emoción del día la que explica la indecisión del titulista: «Inmortal el amor de maternal». Hasta los párvulos de maternal saben que había dos opciones: «amor maternal» o «amor de madre».

Y yo, que no tengo madre, no lo puedo dejar pasar.

¡Oh, Jehová!

Evidentemente, en esto del abuso sexual contra niños - sean propios o ajenos - nadie «está libre de pecado.» Un rabino - de ésos que gustan de rasgarse las vestiduras por todo - neoyorquino ha sido condenado a 30 años de prisión por abusar de su hija. Para colmo, el individuo se defendió solo en el juicio y se dice que fue muy duro en el contrainterrogatorio con su hija. Los rabinos tienen fama de ser muy doctos en hermeneútica y en toda clase de disquisiciones sobre la ley de Jehová, así que el hombre, como Jalisco, no quiso perder, y probó suerte con la ley de los hombres.

Pero, al igual que muchos otros antes que él, descubrió algo que no está en el Torah, mas, es una verdad como una sinagoga: quien se defiende a sí mismo, tiene a un tonto como cliente.

Alzo mi voz

Tengo que insistir en que seamos precisos en el uso de los vocablos, pues lo aproximado no basta. Dice un titular periodístico: «En alzada los casos de dengue en la Isla». Pero, hombre, como abogado, me figuro que el Secretario de Salud ha acudido al Tribunal de Apelaciones para «litigar» contra la enfermedad, pues, de otro modo, no cabe usar esa palabra. Bendito, la redactora quiso decir que ha habido un alza, es decir, un aumento o un incremento en la incidencia de dengue. Nuevamente, las dos palabras tienen la misma raíz y un sentido general en común, pero hay diferencias apreciables entre ambas.

Por lo pronto, estoy alzado con esta incorrección.

Con guardias así...

He dicho antes que la prevalencia de guardias de seguridad pública y privada en nuestro medio me parece un elemento inconveniente y peligroso, pues nos pone a merced de personas con ciertas actitudes negativas: inclinación desmedida hacia el control y agresividad. A ello hay que añadir que, generalmente, se trata de individuos de escasa inteligencia para entender su función y poca disposición al diálogo.

El incidente en Carolina parece ser uno de ésos en que se combinan factores que requieren un uso juicioso de la fuerza bruta y los métodos letales, ante un problema de orden público. Aunque hay versiones contradictorias, hay ciertos indicios de que es posible que el roce anterior entre la víctima - un joven con problemas de salud mental y de conducta - y el victimario haya creado cierta animosidad que propiciara una mayor disposición a la violencia de parte del guardia.

Cada día más cobra fuerza la pregunta planteada hace siglos: «¿Quién nos protege de quienes nos protegen?»

Gratis

Abusamos del uso de la preposición «de». En un anuncio de una empresa de telefonía móvil se dice: «Te damos más razones para que mamá te quiera de gratis.» Bastaba con decir «gratis», cosa que una buena madre siempre hace. En el caso contrario, la madre querría a su hijo interesadamente o por interés. Otro ejemplo es decir que algo «sale de gratis», cuando basta decir «sale gratis.» En fin, «gratis » no necesita la preposición. Distinto es el caso, por supuesto, en que se dice que algo se da «de forma gratuita.»

A lo que lleva el odio

El horrendo crimen - linchamiento y decapitación - contra un haitiano en Santo Domingo pone de manifiesto una vez más la pertinencia del reconocimiento de los «crímenes de odio» en el derecho penal nacional e internacional. No cabe duda de que la virulencia del ataque - observado pasivamente por varios ciudadanos - responde al odio que siente una parte de los dominicanos hacia los haitianos. No se llame a engaño alguien creyendo que esto fue una mera reacción al crimen del comerciante. Hay un sustrato de desprecio y xenofobia en este salvajismo, que debe reconocerse y penarse de manera correspondiente. No hacerlo es condonar ese odio ancestral, por parte de quienes- como he dicho antes - se quejan amargamente del prejuicio contra ellos en el extranjero.

«La guasona»

A Rosa Emilia Rodríguez no la ayuda parecerse tanto a Jack Nicholson caracterizado como The Joker, en la película Batman. Ello le da, a la vez, una apariencia cómica y siniestra, una mala combinación para un representante del Ministerio Público, aun uno tan cómico y siniestro como la Fiscalía federal en Puerto Rico. Pero, al igual que algunos actores cuya apariencia los condena irremediablemente a interpretar papeles de «malo», a Rosa Emilia no la salva nadie del papel de «villana.»

Obsesión

Del «pobre» Alex Rodríguez, últimamente, todo lo que se dice es negativo. La prensa reseña un libro reciente sobre él, diciendo: «El libro revela que el jugador era obsesionado.» Foul ball! En todo caso, Alex era obsesivo o estaba obsesionado. Hay que tener en cuenta la forma verbal empleada, para saber cuál es la forma correcta del término «obsesión» que debe utilizarse.

Me parece que aquí se ha producido un calco del inglés was obsessed, en esta mala traducción del parte de Prensa Asociada.

La desprotección del consumidor

El retiro de varias fórmulas de Hydroxycut del mercado plantea nuevamente la eficacia de la Food and Drug Administration, como ente regulador de las industrias alimentarias y farmacéuticas de Estados Unidos. Las preguntas obligadas son: ¿Eran estos productos dañinos a la salud desde el principio? ¿No se dio cuenta antes la mítica FDA? ¿Cuánto tiempo le tomó hacer las pruebas para determinar su peligrosidad?

Esta es una historia que se repite incesantemente. La industria coloca en el mercado un artículo para consumo humano, y tiempo y varias muertes o daños graves después, la FDA prohíbe su uso. Luego vienen las demandas millonarias y los pleitos de clase por los daños y perjuicios causados, pero ya es tarde para los afectados y sus familiares.

"Cirque Nightmares"

Tremendo gazapo el que se registra en el anuncio de Cirque Dreams: «Demuestra tu talento este domingo y podrías tener la oportunidad de ser parte de un expectaculo de Broadway...» A la omisión del acento sobre la «a», hay que añadir el haber escrito la «x» en lugar de la «s». Sé que hay mucha expectativa acerca de esta actividad, pero los espectadores van a ver el espectáculo.

Las payasadas, para el circo.