viernes, 25 de septiembre de 2015

Un pleito infeliz

Hay casos judiciales que, aparte de su mérito en estricto Derecho, son hasta vergonzosos. Porque eso de reclamar los derechos de autor sobre la letra de la canción Happy Birthday es un bochorno. La cancioncita ha sido parte de la cultura occidental desde 1893; la música hace décadas pasó al dominio público, pero una editorial musical reclamaba los derechos de autor sobre una letra que, francamente, es una moronería.

Sea como fuere, luego de 80 años de controversias, un juez de California ha decidido que no se pueden reclamar derechos de autor sobre la letra, pues las hermanas que compusieron esta «joya» no dejaron claro su sucesión al respecto. Ahora, la empresa que, por lo menos, desde 1988 ha estado cobrando regalías por el uso comercial de este sonsonete posiblemente tenga que devolver una fortuna por cobro ilegal.

En fin, un pleito que nunca debió darse, por una cancioncita estupidísima.

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