miércoles, 26 de noviembre de 2008
"Hip, hip, hooray!"
La reseña periodística de la historia de horror del hombre que en Inglaterra violó y embarazó 19 veces a sus dos hijas desde los ocho años de edad y durante un cuarto de siglo, lo que le ha valido una prisión perpetua, concluye de esta manera: "La ley británica no permite identificar al reo ni a sus hijas." Se trata de una muestra de que es posible ser un país democrático y libre, respetuoso de los derechos humanos y las libertades civiles, y a la vez abstenerse de patrocinar institucionalmente el amarillismo que, disfrazado de "libertad de prensa," sólo interesa explotar el morbo de las masas.
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