Se informa que hay en curso una auditoría de los bienes de Pinochet, sujetos a embargo judicial, luego de la cual se leerá su testamento. La hija de ese monstruo - que, evidentemente, heredó su cinismo - ha declarado: "Una vez que se diga que el dinero fue bien habido y que a lo largo de su vida lo pudo haber juntado, se levantará el embargo y abriremos el testamento." Lo resaltado es indicio de que ni en la familia hay seguridad de que sea dinero limpio. Más aún, la propia información nos dice que se trata de "cuentas secretas", lo cual nos obliga a preguntarnos: ¿si el dinero era bien habido, para qué tenerlo en cuentas secretas?
Espero que el juez chileno aplique el sabio dictum de que "los jueces no deben creer lo que nadie más creería." Nada de Pinochet podía ser bien habido. No hace falta abrir su testamento: el legado de sangre y terror a su país ya lo conoce todo el mundo.
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