Las procuradurías - que en tiempo reciente se han multiplicado como los panes y los peces - son figuras gubernamentales con la encomienda particular de abogar por cierta clase de individuos que se estima necesitan atención especial. En ese grupo están los veteranos de la milicia, lastimados en cuerpo y espíritu.
Pero, es el caso que, en la colonia, el Procurador del Veterano tiene serias dificultades para que le atiendan los reclamos que hace a favor de sus representados. Y es que el imperio es generalmente malagradecido con los que le sirven de carne de cañón; y si son de south of the border, aun más. Dice bien el Procurador: "Eso es jurisdicción federal." Así que todos esos quejosos deben marchar derechitos - los que puedan - a la Calle Chardón y gritar consignas contra Uncle Sam, tan rico y dadivoso, cuando quiere serlo.
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