sábado, 11 de enero de 2014

«Patología del habla»

El descuido en la expresión da lugar a equívocos, en algunos casos, de naturaleza jurídica. Es lo que ha pasado con el testimono de la patóloga del Estado en el juicio contra Pablo Casellas por el asesinato de su esposa. La doctora declaró que la muerte «es compatible con un escenario familiar, sorpresivo y rápido». Aquí hay dos cosas. La primera es la manía de utilizar la palabra «escenario» con el sentido de la voz inglesa scenario, es decir, ambiente, circunstancia o situación. La segunda es que «familiar» tiene un retintín muy particular en este caso porque el acusado es el esposo de la víctima. Por eso es que la defensa -- que «se agarra hasta de un clavo caliente» --  ha respingado. Lo que la patóloga ha querido decir es que, del cuadro de hechos, se infiere que el victimario le era conocido a la víctima, algo que, ciertamente, no excluye al marido, pero puede incluir a otras personas.

Los testimonios -- sobre todo los periciales -- tienen que estar enmarcados en un lenguaje que no sea capcioso, sugestivo o tendencioso, a fin de que no se les pueda impugnar por parcialidad.

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