El Dr. Edwin Irizarry Mora, economista, continúa poniendo el dedo en la llaga de los desatinos con que se manejan los asuntos económicos en esta ínsula, que de "barataria" no tiene nada. Pero, claro, no se le hace caso porque es independentista y, para colmo, candidato a la gobernación por el PIP, y ese partido nunca tiene razón ni hace algo bueno. Hombre, es mejor hacerle caso a Bartolomé Gamundi, a quien botaron de su último trabajo en la industria, y el Gobernador lo premió nombrándolo Secretario de Desarrollo Económico, léase representante oficial de los industriales en el gobierno.
La Ley de Incentivos Industriales, cocinada en el Bankers Club, se ha hecho a imagen y semejanza de los amigos de Gamundi en la "Milla de Oro." De ahí los desaciertos que Irizarry Mora le ha señalado, con la precisión y el rigor académico y profesional de un doctor en ciencias económicas. Pero, prevalecerán los criterios de Angel Pérez, Toñito Silva y otras eminencias grises.
Hace muchos años, Rubén - educado en Yale y en Oxford, pero descartado por un pueblo que prefiere la mediocridad - preguntó retóricamente qué se podía esperar de la economía nuestra, que había sido planificada por un farmacéutico (Moscoso). Pues, esto.
E pur si muove.
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