martes, 13 de mayo de 2008

Amicus del Arboretum

¡Hombre, qué bien! Me alegra mucho ver que esos dos defensores del Arboretum de Cupey le han metido un dedo en un ojo a los desarrolladores que pretenden seguir sembrando cemento. Y más me regocija que el Tribunal de Apelaciones y el Supremo hayan hecho justicia en este caso. Como abogado, veo de manera muy positiva que la gente sepa defenderse y reclamar sus derechos sin depender, necesariamente, de los miembros de nuestra profesión. A este ingeniero y este médico se les debe reconocer en la próxima Asamblea del Colegio de Abogados, por haber prevalecido a los niveles apelativos frente a grandes intereses económicos. Pero, sobre todo, por defender el ambiente y la naturaleza con ese tesón.

Y con esta buena noticia, anuncio que tomo un receso de dos semanas, para ir a respirar otros aires.

1 comentario:

Jaime Riera Seivane dijo...

Alberto:

La noticia también me ha llenado de alegría. Preservar el poco verdor de Cupey es una victoria que debe ser ejemplo para todo los puertorriqueños.

De igual manera, yo me tomo unas vacaciones al Norte, voy para Boston y luego a Long Island y Schenectady en NY.

Me alegro y espero que los cambios de aires produzcan nuevas ideas, así podremos continuar deleitándonos de este oasis intelectual que nos ofrece y que nos permite alejarnos del trajín rutinario en que nos sumergimos constantemente.

Un fuerte abrazo.