lunes, 2 de noviembre de 2015

«¡Apunten...!»

En Utah, tierra de mormones -- gente muy modosa -- un juez federal ha validado el fusilamiento como método de ejecución de la pena de muerte. Por esos interminables vericuetos procesales de la justicia estadounidense, el condenado a muerte lleva 30 años sin que se cumpla la sentencia. La validez de su condena ha estado en discusión todo este tiempo, habida cuenta de una condición mental que lo llevó a declarar que los dos asesinatos cometidos fueron por revelación divina. Pero, a pesar de eso, el Estado insiste en que se cumpla la sentencia de este hombre que ya tiene 74 años. El juez ha dictaminado que el Tribunal Supremo de Estados Unidos no ha declarado ningún método de ejecución como «cruel e inusitado»; así que, ¡a fusilarlo!

Así se sigue escribiendo la historia ignominiosa de la judicatura de ese país, que avala la pena de muerte en un mundo que hace tiempo la ha rechazado de manera abrumadora.

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