Me llama mucho la atención el uso del término «provisionalmente» en el dictamen del Tribunal Supremo de Puerto Rico que suspende al exsenador Héctor Martínez del ejercicio de la abogacía, por su condena en el Tribunal Federal. La práctica ha sido que una condena en ese foro acarrea el desaforo en el nuestro. Generalmente, las suspensiones son por un término más o menos prolongado o indefinidamente. Lo de provisionalmente supone que no es de manera definitiva, algo raro en un caso como éste, cuya prueba es de dominio público y no puede haber duda de que procede que a Martínez se le retire la licencia de abogado.
Pareciera que el Supremo se trae algo entre manos...
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