viernes, 30 de septiembre de 2011

«La [brutalidad] empieza por casa»

La American Civil Liberties Union ha denunciado que el sistema penitenciario del Condado de Los Angeles, California --el más grande del país-- viola consuetudinariamente los derechos humanos de sus confinados. De acuerdo con un informe que recoge docenas de declaraciones juradas de presidiarios y el testimonio de voluntarios que prestan servicios en esas cárceles, los abusos de todas clases son la orden del día, bien sea por parte de los guardias penales o de los propios confinados, tolerados por los oficiales de custodia.

Vale destacar estas cosas porque allí cerquita, en Hollywood, se la pasan haciendo películas en las que, invariablemente, se muestran los penales de otras partes del mundo como lugares dantescos. Así que ahí tienen el ejemplo de que los suyos son tan malos como los de cualquier otro sitio.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Alguien que no tiene madre

Como solía decir mi tía y madrina, hay cosas que me dan tres patás en la boca del estómago. Una de ellas es la costumbre de los americanitos boricuas que juntan sus dos apellidos con un guión, para hacérselo entendible a los americanos brutos que no acaban de aprender el uso de los apellidos en español. El caso más reciente es el de Marimar Pérez-Riera, infame Presidenta de la Junta de Directores de la Autoridad de Energía Eléctrica. Como ella escribe sus apellidos así, es de suponer que su papá es de apellido Pérez-Riera, lo cual deja la interrogante acerca de cuál es el apellido de su madre. Sería bueno ver cómo figura su nombre en el certificado de nacimiento. Apuesto a que es Marimar Pérez Riera. Puede ser que ella piense que Pérez es poca cosa, por lo que necesita el refuerzo del Riera.

A estas tres patás en la boca del estómago, le añado la patá en el buche que siento por el cobro abusivo de su parte de dietas por las reuniones de la Junta, mientras los abonados pagamos la luz carísima...

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Hilando fino

No es nueva la preocupación con proteger a los menores que son víctimas de abuso sexual de la humillación e incomodidad  que les produce su paso por el largo y tortuoso proceso penal. Tampoco son nuevos los remedios legislados para atender dicha necesidad, a la vez que se respeta el derecho al careo entre víctima y victimario. Aunque la realidad del abuso es avasallante, resulta imprescindible asegurarnos de que las imputaciones son ciertas y en qué grado. En ello la confrontación de acusador y acusado es esencial, y no debe soslayarse. La experiencia demuestra que, con alguna frecuencia, se producen casos fabricados por distintos desvaríos o perversidad. El movimiento pendular de la política pública entre los derechos del acusado y los de la víctima tiene que moderarse hasta alcanzar el justo medio.

Importa mucho que se evite, sin embargo, la repetición innecesaria de entrevistas e interrogatorios a víctimas de esta clase de delitos, sobre todo si son menores de tierna edad. El sistema debe y puede ser más eficiente en este aspecto. La sensatez y la sensibilidad de policías, fiscales y jueces en su contacto con la víctima son cruciales para lograr esclarecer los hechos y adjudicar la responsabilidad penal, como y cuando corresponda.

martes, 27 de septiembre de 2011

El Cantar de Miguel

Al querido amigo que se declara complacido con el español de Puerto Rico:

Un subtítulo periodístico basta para dar una idea de la crisis en el español que se escribe y se habla en este país: «La gesta de Cordero sacudió la corporación». ¡Hombre, pero qué «gesta» ni ocho cuartos! Es verdad que parecía que Miguel Cordero iba a ser como El Cid, ganando batallas hasta después de muerto, pero de eso a llamarle gesta a su nefasto paso por la Autoridad de Energía Eléctrica va un gran trecho. Obviamente, el titulista ha querido decir «gestión», que es cosa muy distinta, pues, mientras lo primero es siempre un desempeño glorioso, lo segundo puede serlo desastroso, como el caso que nos ocupa.

Una vez más, no sabemos distinguir una palabra de otra que se le parece, y por ello la usamos incorrectamente, dando lugar a expresiones incluso contrarias a lo que se quiere decir. En todo caso, si se hubiera querido usar la palabra «gesta» de manera sarcástica --única forma aceptable en este contexto-- debió entrecomillarse.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Las limitaciones de la Justicia

He dicho antes que el Derecho no puede solucionar satisfactoriamente todos los problemas individuales y colectivos. Hay desgracias personales para las cuales no existen remedios jurídicos o los que se pueden proveer tienen grandes limitaciones. La reflexión viene a cuento por dos asuntos que ocupan la atención de la prensa hoy: el pleito de clase sobre los derechos de los niños impedidos a una educación especial y los servicios de salud mental.

De entrada, se trata de poblaciones considerables, compuestas mayoritariamente por personas de escasos recursos económicos, lo cual supone una carga onerosa para el Estado, aún en época de buena salud fiscal, que no es el caso actual.  En segundo lugar, por la naturaleza de las condciones o dolencias, los tratamientos son continuos y de por vida, la mayor parte de las veces. Por lo tanto, el dinero, el personal y el tiempo que hay que dedicarle resulta en un montaje muy difícil de manejar.

Los tribunales tienen grandes tropiezos para hacer cumplir sus dictámenes en estos casos, pues no están habilitados --ni deben estarlo-- para llevar a cabo funciones gubernamentales ejecutivas. Dependen, entonces, de comisionados, monitores u otras figuras ancilares para velar por el cumplimiento de lo dispuesto. El problema es que se entra en el terreno de la apreciación y la subjetividad acerca de lo que constituye un nivel de cumplimiento aceptable, en lo que respecta a situaciones matizadas por el sufrimiento de seres queridos víctimas de enfermedades, y a la inconformidad crónica ante la crueldad de la vida. Ante todo ello, es ilusorio pensar que los malletazos y las sentencias sean capaces de enderezar lo torcido por el Destino.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Disparates parisinos

Los errores y gazapos lingüísticos me persiguieron en mis vacaciones en Europa. No bien llegamos a París, mi hija Yarín me llevó al Museo Nacional de la Edad Media en Cluny, recinto de gran tradición en la cultura occidental. Pues, allí hay descuidos imperdonables en ciertos letreros que identifican las piezas exhibidas. Por ejemplo, una figura de madera de tamaño natural del Cristo amarrado con soga en su pasión,  se identifica en español como «Cristo vinculado». Si bien, antiguamente, el término podía usarse con este sentido, lo cierto es que hubiera sido preferible decir amarrado, aprisionado o sujetado, para comunicar la idea de lo que muestra la imagen.

En otra parte de la exhibición, un cartel explicativo se refería a la «aprensión de los colores», error evidente, pues la captación o comprensión de un contenido --que es a lo que se refería el texto-- es aprehensión. Y lo que tiró por el piso mi apreciación de todo aquello fue cuando leí que un mosaico era parte del pavimiento de no sé qué lugar de gran importancia artística e histórica.

Sabe Dios cuántos errores más como éstos hay en el Museo y desde cuándo están a la vista de los hispanohablantes. Lo cual desdice de una institución cultural de esa categoría, que muy bien pudo procurarse una buena traductora y editora --como mi hija-- para evitarse este bochorno.

Como ven, no hay descanso en mis afanes...

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Vacaciones

Amigos lectores, este blog se reanudará el 24 de septiembre.

martes, 6 de septiembre de 2011

Fuete al bolsillo

El sonado caso de Casey Anthony presenta ahora otra vertiente muy interesante, pues el Estado ha decidido tratar de recobrar lo gastado innecesariamente en una investigación mal orientada por las mentiras de esa
joven. Hay que recordar que, a pesar de que ella fue absuelta de matar a su criatura de dos años, fue condenada por cuatro cargos de mentir en sus declaraciones a los investigadores. Ello es precisamente lo que da base a la reclamación del Estado por $500,000, suma en la que se calcula lo gastado por las autoridades realizando gestiones investigativas inútiles motivadas por la mendacidad de Anthony.

Independientemente del recobro que finalmente se obtenga, si alguno, me parece que es un recurso que debe emplearse en ciertos casos en que un sospechoso, acusado o testigo desorienta una investigación a sabiendas, y con ello provoca gastos extraordinarios. Porque, a veces, el fuete al bolsillo es peor que al fondillo. 

lunes, 5 de septiembre de 2011

Barbarismo bárbaro

Insisto en que la publicidad comercial --como se practica en estos lares-- es un elemento nocivo al buen español. Los anuncios de prensa, por ejemplo, son verdaderos desastres gramaticales y lingüísticos en un país en el que sobran los malos ejemplos en éste y otros contextos.

El viernes se publicó un anuncio en el que se leía: « Downlodea súper rápido tus películas, vídeos, juegos y música...». Empezaron por textea y ya ven por dónde va la cosa. Es lógico que el mundo cibernético produzca su jerga, pero, en lo posible, deben usarse términos del español que recojan el sentido general o particular que corresponda a la nueva realidad. En este caso, se ha venido hablando figurativamente de «bajar» de la Internet tal o cual cosa. Lo que se quiere decir es que se accede a unos contenidos o programas, en algunos casos grabándolos en el disco duro de la computadora.


En fin, hay formas de comunicar estas cosas, sin recurrir a un barbarismo como éste.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Exhibicionismo cibernético

Desde el punto de vista estrictamente jurídico, no hay mucho que discutir acerca del derecho a la intimidad de quienes incursionan en el mundo cibernético. El criterio rector en este asunto es el de «expectativa razonable de intimidad», algo que no se tiene o se tiene muy atenuadamente en los medios cibernéticos. Al igual que ocurre cuando se pone un pie fuera de la casa, cuando se «sale» al mundo cibernético por cualquiera de sus puertas o se abre cualquiera de sus ventanas, la persona se expone, en mayor o menor grado, a la vista, a veces indiscreta, de los demás. En este sentido, de la misma manera que uno no sale desnudo a la calle, tampoco debe publicar sus desnudeces, ni la física ni la de otro tenor, en estos medios de comunicación de alcance mundial.

Curiosamente, estas tecnologías han hecho aflorar un afán de protagonismo y un exhibicionismo latente en muchos, que desaforadamente y sin pudor alguno exponen sus cuerpos y toda su intimidad, renunciando con ello a cualquier derecho que pudieran tener en este contexto.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Una proposición «honesta»

No lo puedo pasar por alto. Ayer, varias empresas publicaron mensajes de felicitación a Javier Culson, por su medalla de plata en los 400 metros con vallas en el Campeonato Mundial de Atletismo. En uno de ellos se lee: «Gracias Javier Culson, una vez más pruebas que este pueblo tiene el potencial para lograr todo lo que se disponga». Vamos a «brincar la valla» de la coma que falta entre Gracias y Javier y la del punto y coma que debería ir después de Culson, para concentrarnos en lo que está en negritas.

Debe ser evidente que lo que se ha querido decir es proponga. Las personas también pueden disponerse a acometer una empresa, pero, si se quiere decir de esa forma, la oración debió decir «a lo que se disponga». Me parece que lo que propongo es preferible.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Avisar bien

Desconozco los méritos particulares de la impugnación de la subasta para la administración de residenciales públicos. Lo que vale la pena resaltar es que el asunto de la notificación puede no ser mero trámite, sino cuestión medular en el derecho de una parte. El debido procedimiento de ley--valor fundamental del estado de derecho--tiene como uno de sus elementos principalísimos la notificación oportuna y suficiente de planteamientos y decisiones interlocutorias o finales. En ausencia de ello, no se da la oportunidad de ser oído adecuadamente, y se trastoca la protección constitucional del derecho a una adjudicación justa e imparcial.

De manera que no debe despacharse livianamente el señalamiento de error en la notificación como algo subsanable sin mayores consecuencias, pues podría haber conllevado la invalidación del procedimiento en este caso.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Diferencias apreciables

Conociendo--como conozco-- el nivel de desconocimiento del español en nuestro país, no me deberían sorprender ciertas incorrecciones. No obstante, es notable cómo se ignoran expresiones comunes y corrientes, confundiendo los términos que se emplean cotidianamente.

Ahí tenemos lo dicho por el alcalde de Juana Díaz acerca de la disputa entre los exgobernadores Calderón y Acevedo Vilá: «Ellos deben buscar la forma de sanear las diferencias y ser solidarios con todo lo que hace el PPD». Hombre, todo el mundo sabe que las diferencias se zanjan, mientras que un mal ambiente se sanea. Aunque entre Sila y Aníbal hay todo esto y más, una vez se escoge una forma de referirse al asunto, hay que ser consecuente con la forma consagrada por el uso para cada expresión, a base de los matices de los vocablos empleados.