domingo, 31 de julio de 2011

Un monseñor en el banquillo

Hay que estar pendiente de lo que ocurra en el juicio que se celebrará en Filadelfia, la «Ciudad del Amor Fraternal», a un obispo, tres sacerdotes y un maestro de escuela católica, por conspirar para violar y violar repetidamente a menores de edad en su parroquia. Éste es el primer caso que se presenta contra un prelado, por la práctica --que ya sabemos que era consuetudinaria--de mudar curas pedófilos a parroquias sin advertir acerca de sus antecedentes. Se trata de hechos acaecidos en los últimos años de la década de los 90, protagonizados por sacerdotes cuarentones y cincuentones, que cogieron muy a pecho aquello de «dejad que los niños vengan a mí».

Lo que llama la atención es que, dada la extensión del encubrimiento eclesiástico de los abusos físicos y sexuales a menores durante tanto tiempo, éste sea el único caso que se haya presentado en Estados Unidos en el que se impute el traslado de pedófilos como estrategia para ocultar sus fechorías. Dejando a un lado lo que, en su día, dictamine la «justicia divina», son muchos más los que tienen que rendir cuentas por esto al César...empezando por el que está en el Vaticano.

sábado, 30 de julio de 2011

Con oficio y beneficio

Mi primera reacción fue creer que se trataba de un error. Pero, al acudir a mi viejo amigo el diccionario, me di cuenta de mi error. Es que en la noticia sobre un productor cinematográfico uruguayo se dice: «Hacer un filme redituable debe ser el objetivo». De inmediato pensé que debió decirse rentable, es decir, que deje beneficio, pero es el caso que «redituable», que viene de «rédito», también podría ser correcto. Veamos.

De acuerdo con el diccionario, lo rentable es aquello que deja un beneficio, casi siempre anual. Lo redituable también deja un beneficio «periódico». Ocurre que el productor plantea la necesidad de que  las películas tengan una mayor distribución por otros canales de difusión distintos del cine. De esa manera quizá pueda darse ese «rédito periódico» al que él se refiere con el término «redituable».

O a lo mejor todo esto son complicaciones mías, y el hombre quiso decir «rentable» y nada más...

viernes, 29 de julio de 2011

Abuso de poder judicial

Se publica que un juez federal en Los Angeles, California ha tardado hasta cinco años en decidir acerca de recomendaciones de excarcelación o celebraciones de nuevo juicio formuladas por magistrados de ese tribunal, justificando su tardanza en que se encuentra redactando la opinión o que el expediente es muy voluminoso. Sin embargo, cuando la recomendación es otra, actúa diligentemente. En un caso, el reo falleció esperando por el dictamen judicial.

Es evidente que el juez abusa de sus prerrogativas, y se ha buscado este subterfugio para, en esencia, prolongar la condena de sujetos que él considera que no deben salir del penal o siquiera tener una segunda oportunidad de ser juzgados. Lo peor de todo es que, pedido el parecer de la juez administradora del tribunal donde «sirve» este juez, ella ha dicho que él es muy bueno y «laborioso».

¡Dios los cría...!

jueves, 28 de julio de 2011

Asuntos pedestres

En la noticia sobre la privatización del aeropuerto, publicada hace dos días, hay un par de cositas lingüísticas que deseo destacar. Primero, se refieren a que debe construirse una «acera peatonal» en una parte de las instalaciones. Distinto de las calles, que generalmente no son peatonales, las aceras siempre lo son, aunque en uno que otro sitio hay veredas para ciclistas, como un elemento adicional. No obstante, dada la naturaleza eminentemente peatonal de las aceras, huelga la aclaración.

Segundo, se plantea la necesidad de «reparar la situación de inundabilidad en ciertas aceras». Más que «reparar», se trata de «resolver» la condición de inundable. Por otro lado, nada malo hay en decir las cosas de forma sencilla, como por ejemplo, «arreglar las aceras para que no se inunden», «evitar que las aceras se inunden» o algo por el estilo.

En fin, no hay que añadir explicaciones innecesarias ni complicar lo sencillo.

miércoles, 27 de julio de 2011

¡Pobre Patillas!

En el Derecho, es frecuentísimo que sea menester adjudicar a base de la credibilidad de una parte o un testigo que declara sobre algo dudoso. Aunque no haya prueba directa acerca del asunto, hay indicios de la confiabilidad del declarante que nos sirven para juzgar su veracidad.

En la controversia relacionada con si el alcalde de Patillas estaba facultado para incurrir en los gastos de las fiestas patronales y emitir un cheque de $10,000 para otro propósito, surge la alegación suya de que el cheque --entregado a un equipo de beisbol-- era para atender una «emergencia». Evidentemente, el alcalde tiene un sentido muy particular del término. Ni en las mejores circunstancias económicas podría justificarse el uso de una  suma así de fondos públicos en un equipo de pelota. En la crisis que vive el país, es sencillamente descabellado. El criterio torcido de este hombre --hecho patente por ese comentario --desmerece su credibilidad en cualquier asunto.

martes, 26 de julio de 2011

«Tomar con pinzas»

No solo desconocemos el nombre de las cosas; tampoco sabemos nombrar nuestros actos. En una noticia sobre un viejo caso contra un alegado miembro de las «Panteras Negras», grupo combativo contra el racismo de los años 60 en Estados Unidos, se dice: «Las confesiones del caso se tomaron por medio de tortura». Francamente, no. Las confesiones pueden haberse filmado, grabado o tomado en estenotipia, manuscrito o taquigrafía, todas ellas formas de consignar formalmente las declaraciones autoincriminatorias de una persona. La imputación es que las confesiones fueron obtenidas o producidas por tortura. El proceso de dejar constancia de unas admisiones de culpabilidad --tomar declaración-- es una cosa, y otra bien distinta es el de haber llevado al declarante a realizar dichas manifestaciones, con intimidación o violencia, como se alega en este caso.

lunes, 25 de julio de 2011

Chiquero congresional

Cazadores cazados. La Comisión de Ética de la Cámara de Representantes de Estados Unidos tiene problemas éticos en una investigación que lleva a cabo de la representante demócrata Maxine Waters, de quien se alega que hizo gestiones para favorecer indebidamente un banco en el que su marido tiene acciones. Hay indicios de que en la pesquisa acerca de ese asunto dos abogados que trabajaban para la Comisión se comunicaron secretamente con los miembros republicanos, con exclusión de los demócratas. Impugnada la ética de la Comisión de Ética, para tratar de salvar la situación y la «pureza de los procedimientos», la Comisión ha contratado a un exfiscal y abogado prominente, quien ha representado a políticos de ambos partidos, para que investigue el proceder de la propia Comisión en este asunto.

Ahí tienen ese ejemplo del lodazal legislativo en esa nación que tanto se jacta de sus procesos, y pretende dar lecciones de administración pública al resto del mundo.

domingo, 24 de julio de 2011

Una pifia lingüística

Los latinos que van a vivir a Estados Unidos o pasan largas temporadas trabajando allá adoptan ciertos giros en el habla que no son buen español. A eso le atribuyo una cita de Roberto Alomar, con motivo de su exaltación al Salón de la Fama del Béisbol. Al referirse al apoyo que siempre ha recibido de sus compueblanos y del resto de sus coterráneos, Alomar dijo: «Siempre me han seguido en mi carrera desde el día número uno». Quien sepa un poco de inglés se percatará de que se trata de un calco de la frase --bastante manida, por cierto,--from day one. Que en inglés se oiga bien, es cosa debatible. Lo que no admite discusión es que en español no se dice una cosa como ésa. Los hispanohablantes diríamos «desde el primer día» o «desde el principio».

Roberto fue un excelente jugador, digno de admiración. Es entendible que luego de todos esos años en que pasaba tanto tiempo en Estados Unidos haya copiado esas formas de expresión. Importa, por supuesto, no dejarnos llevar por esos deslices, para repetirlos acá, sobre todo entre los jóvenes, tan dados a copiar lo que le escuchan a sus ídolos.

sábado, 23 de julio de 2011

Infanticidios impunes

La absolución de la joven madre por el asesinato u homicidio de su criatura de tres meses viene a sumarse a otros casos recientes en los que el sistema de justicia ha sido incapaz de adjudicar responsabilidad por la muerte de infantes bajo la custodia física de sus padres o padrastros. Con alarmante frecuencia, se presentan situaciones en las cuales aparecen criaturas de tierna edad con golpes y otras señales de violencia, explicadas con versiones contradictorias o inverosímiles, que quedan impunes, pues el sistema no es capaz de identificar decisivamente al autor o no logra probar su culpabilidad a satisfacción de un juez o un jurado.

En este caso, la prueba de cargo, aunque lucía contundente, fue contrarrestada con otra que apuntaba a la posibilidad de que el autor fuera su compañero consensual, individuo de reputación dudosa. No queda claro si ha sido una falla en la investigación policial y fiscal la que no ha permitido que se esclarezca adecuadamente el caso, o si se trata de una monumental equivocación del jurado en su apreciación de la prueba.

viernes, 22 de julio de 2011

Un «dos por uno»

Aquí tienen este «dos por uno». El periódico de hoy incurre en dos faltas tan elementales como frecuentes. La primera tiene que ver con la concordancia, en este caso, de número. Véase el titular: «No convence a los vecinos promesas gubernamentales». Quizá por usar una sintaxis tan enrevesada, el titulista no se ha dado cuenta de que el verbo debe ir en plural. Quiero pensar que si hubiera comenzado escribiendo: «Las promesas gubernamentales» se hubiera dado cuenta de que debía decir «no convencen a los vecinos». Pero, la verdad es que no estoy muy convencido de ello.

La segunda falta surge de decir que «...aumentan las parejas homosexuales criando hijos». Se trata de un uso equivocado del gerundio. Lo que corresponde decir es «aumentan las parejas homosexuales que crian hijos». Recordemos que el gerundio es una forma verbal; por lo tanto no puede adjetivar o modificar un sustantivo. Distinto sería si se escribiera: «Las parejas homosexuales, en número creciente, están criando hijos de uno de ellos o hijos adoptados».

jueves, 21 de julio de 2011

«El coronel no tiene quien [lo acuse]»

Algo hay de burla en el aparente desenlace del caso por maltrato entre el coronel de la Policía y su compañera consensual. La anunciada reconciliación y hasta posible boda tiene mucho de sainete cómico. Pero, más allá del efecto entre las partes --alguien diría que se merecen el uno al otro --un caso como éste nos retrotrae a la época en que el abuso del hombre era visto como una cosa de la intimidad familiar en la que nadie debía intervenir, pues, con mucha frecuencia, la mujer terminaba perdonando al marido y defendiéndolo a capa y espada. De ahí aquel dicho de que «en problemas de marido y mujer, nadie se debe meter», que prevaleció por mucho tiempo, coloquial y hasta jurídicamente.

Si bien el arreglo, el perdón y la reconciliación son valores que deben promoverse en la atención de las controversias entre los seres humanos, hay que estar atentos a situaciones en que se usan para escapar de las consecuencias legales de una conducta tipificada como delictiva. El tiempo dirá, pero el caso que nos ocupa luce como una burda manipulación para salvar al coronel, o un chusco diría que, de esta manera, la mujer logra lo que de otra forma no había conseguido: el matrimonio.

miércoles, 20 de julio de 2011

No es cosa de adivinar

Insisto en el cuidado que debemos tener al seleccionar los vocablos que utilizamos para comunicar adecuadamente nuestras ideas. Hoy, en noticia acerca del problema presupuestario en el gobierno de Estados Unidos, se dice: «Se adivinan signos de optimismo para resolver el tranque por el déficit». Aunque parece que hará falta alguien versado en las artes de la adivinación para sacar a ese país del atolladero económico en el que se encuentra, lo cierto es que, en lo citado, no es cosa de «adivinar», sino más bien de advertir. Si bien es cierto que «adivinar» puede significar «vislumbrar» --que es lo que corresponde en este contexto-- se trata de un significado muy secundario, siendo los principales los que nos son harto conocidos. En cambio, «advertir» sí tiene como primera acepción la de «reparar u observar», razón por la cual debe preferirse su uso en este caso.

martes, 19 de julio de 2011

El campo está cada vez más ocupado

No queda claro de dónde surge la jurisdicción de Estados Unidos en Puerto Rico para procesar al individuo que se dedicaba a la prostitución infantil. Generalmente, cuando se usa algún medio de comunicación para cometer delito, los federales intervienen porque, como sabemos, las comunicaciones --como tantas otras cosas-- están bajo el control del gobierno de Estados Unidos. Se me escapa el dato de si en este caso ello es así. De todas maneras, llama la atención el hecho de que esa jurisdicción cada día se extiende más, para abarcar la casi totalidad de los asuntos de la vida puertorriqueña. Tanto la Policía como el Ministerio Público han quedado relegados a un papel de segundones en las cuestiones de ley, orden y seguridad pública.

lunes, 18 de julio de 2011

«Gringolandia»

Con cierta frecuencia, veo dos errores relacionados con el nombre de Estados Unidos, país al que, por su importancia, nos referimos constantemente. El primero es que se dice «los Estados Unidos», cuando la realidad es que el país se llama «Estados Unidos». Algo similar ocurre con «Naciones Unidas», a la cual mucha gente se refiere como «las Naciones Unidas».

El segundo error ocurre cuando la gente quiere ser innecesariamente precisa, y se refieren a «Estados Unidos de Norte América. La realidad es que el nombre del país es Estados Unidos de América, traducción de United States of America. Excepto por unas breves y limitadas referencias a United States of North America para 1778, ese país se ha conocido siempre de la forma ya dicha.

domingo, 17 de julio de 2011

El gato solo tiene cuatro patas

Se ventila el juicio por asesinato en segundo grado contra el policía que mató por la espalda a un compañero mientras realizaban labores de mecánica, a causa de que confundió el arma de reglamento con una pistola de tiempo, y sin querer la disparó. Hay dos cosas que resultan sospechosas. La primera es que se sostiene que el acusado es un conocedor de la mecánica automotriz, cosa que dificulta que haya confundido su pistola con el aparato mecánico en cuestión. La segunda es que esa pistola se haya disparado accidentalmente, cuando, lo que se ha dicho es que la víctima meramente le pidió a su amigo y compañero que le pasara esa herramienta. Véase que la alegada confusión supone que el acusado tuvo el descuido mayúsculo de colocar ambas pistolas muy cerca la una de la otra y que debe haberla tomado sin mirar, para dársela a su compañero.

Estipulada la amistad y el compañerismo entre víctima y victimario, me parece demasiado inverosímil lo que este último alega en su defensa. Aquí hay «gato» encerrado...y no es de los que se guardan en el baúl del auto.

viernes, 15 de julio de 2011

Para no abusar del lenguaje

En estos días, cuando se habla mucho del abuso físico o sexual contra menores de edad o el que se comete contra las mujeres, me llamó la atención uno de esos cintillos noticiosos que aparecen en la parte inferior de la pantalla del televisor, en que se referían a unos «abusones». De primera intención, pensé que se trataba de un disparate, pero, consultado el diccionario, vi que el término es correcto, aunque desusado, por lo menos por estos lares. Lo común y corriente es abusador y su parentela lingüística. Lo otro me suena extraño, incluso como adjetivo, que es su uso primordial, aunque puede empleaarse también como sustantivo. Yo usaría abusivo como adjetivo.

¿Y usted?

jueves, 14 de julio de 2011

De la usurpación a la venta

No recuerdo quién lo dijo, pero tenía razón: «Puerto Rico es una obra del teatro del absurdo». Como el país no nos pertenece, el gobierno de Estados Unidos dispone, por cesión o venta a nosotros mismos, de nuestras cosas». Solo así se explica que se nos ofrezca en venta o gratuitamente el faro de Maunabo, construido en 1892, es decir, durante el régimen español. Ni siquiera se puede decir que se trata de una estructura construida por los americanos, con su dinero. Se trata de un faro en suelo puertorriqueño, anterior a la invasión de Estados Unidos en 1898, del cual se apropiaron, y ahora nos lo «ceden» o «venden».

Solo la sinrazón de la colonia puede explicar este negocio jurídico redondo: invade un país, quédate con todo, y luego se lo traspasas o vendes a los nacionales de ese país...

miércoles, 13 de julio de 2011

Disparateros en ventanilla

Hace un par de días fui a la oficina de correos de Plaza Las Américas. Allí, junto a los letreros que prohíben el uso de celulares y contienen otros regaños típicos de la jurisdicción federal, hay uno que hirió mi sensibilidad lingüística, con un texto más o menos así: «Favor no interrumpir al ventanillero cuando está atendiendo a otra persona». Confieso que nunca había tropezado con esa forma de referirse a un empleado que atiende al público en un mostrador que, dicho sea de paso, en este caso, no tiene ventanillas ni cosa que se parezca. Hay, por supuesto, sitios en que los empleados están ubicados detrás de una rejilla o ventanilla, pero nunca he oído decir que sean «ventanilleros». Si su función es cobrar, se les nombra cajeros, con o sin ventanilla.

En fin, sea literalmente o en sentido figurado, quienes ocupan un puesto de «ventanilla» en un mostrador son cualquier cosa menos «ventanilleros».

martes, 12 de julio de 2011

Para sentarse a pensar...

Hace algunos años, una empleada de una sucursal de una tienda por departamentos muy conocida se quejó delante de mí de estar cansada. Cuando le dije que se sentara en un taburete que había allí, me contestó que eso no le estaba permitido; que no era bien visto por parte del patrono. Luego, aprovechó para contarme que, durante su embarazo, tenía que esconderse para poder sentarse en el piso. Aunque yo tenía uno que otro antecedente de prácticas patronales abusivas, no podía creer que se llegara a un extremo así. Identificándome como abogado, le aconsejé entonces que acudiera al Departamento del Trabajo en procura de protección de ese atropello.

Todo esto viene a cuento por la noticia de que en California -- jurisdicción de cierto vanguardismo jurídico -- se ventila un centenar de pleitos contra empresas como Wal-Mart, Home Depot y Target, por no proveerle a sus cajeros unos asientos adecuados para su descanso durante la jornada laboral, con base en una disposición legal acerca de las condiciones saludables de trabajo. Tras el éxito de una primera reclamación, los empleados de estas empresas han acudido a los tribunales en busca de un alivio de esta manifestación de opresión patronal.

Ahí tienen un buen ejemplo los sufridos empleados nuestros, víctimas de condiciones de trabajo inhumanas.

lunes, 11 de julio de 2011

Gestión educativa

Una y otra vez he dicho que hay unos profesionales de nuevo cuño que, en su afán de distinguirse, adoptan un lenguaje rebuscado, para disimular la falta de sustancia en lo que dicen o fingir una profundidad conceptual en cosas sencillas. Uno de estos «consultores» escribe sobre el conflicto entre el trabajo y la vida personal, haciendo referencia a un estudio en el que dos universidades «recomiendan a las empresas a (sic) aprender a gestionar el conflicto entre roles de sus empleados...» No sé el lector, pero yo no le haría caso alguno a alguien que diga un disparate como éste. Evidentemente, este consultor no ha consultado el diccionario, porque, de haberlo hecho, sabría que el verbo «gestionar» no tiene cabida ahí. De hecho, nadie de cierta edad y preparación debería tener que buscarlo en el diccionario. Cualquier mortal sabe que debió decirse atender, manejar, resolver o solucionar el conflicto aludido.

Cualquiera... menos estos «expertos».

domingo, 10 de julio de 2011

Un «Impala» en reversa

Resulta muy interesante el pleito de clase que unos dueños de Impalas han presentado contra la General Motors, por un defecto en la suspensión del automóvil que propicia un desgaste desigual en las llantas traseras. Lo que es más significativo es el hecho de que la empresa estuvo dispuesta a arreglar los vehículos vendidos a la Policía para sus patrullas, pero no así los de otros dueños. La producción afectada por este defecto se estima en 423,000 vehículos.

Dejando a un lado la chapuza de Detroit -- cosa que no me sorprende -- llama la atención el claro favoritismo hacia el gobierno, en desmedro de los consumidores en su carácter personal. Es de suponer que ello pesará en el ánimo del juzgador, pues la aceptación de responsabilidad ante el Estado contrasta marcadamente con la temeridad de negarla frente a los ciudadanos particulares.

sábado, 9 de julio de 2011

Brevedad suficiente

La noticia de que se ha ordenado la inhibición de una juez por su contacto previo con la prueba comienza así: «En una escueta resolución de tres páginas...». Pues, no me parece que lo sea tanto, a menos que partamos del supuesto de que las resoluciones judiciales deben ser más largas. Lo «escueto» supone una brevedad producto de falta de detalles, justificaciones o razones suficientes. Pero, en tres páginas debe poder plasmarse el o los fundamentos claros de por qué procede la inhibición solicitada. Si se tratara de un párrafo o una página, entonces uno podría sostener que la resolución es escueta, pero, yo, que siempre he predicado el evangelio de la economía expresiva, -- aclarado que no la he leído --  me inclino a creer que la resolución no debe ser tenida por escueta.

viernes, 8 de julio de 2011

La burla del burlador

Algo anda muy mal en nuestro sistema de administrar la justicia penal, cuando un hombre culpable de abuso sexual reiterado contra su hija de nueve años, en vez de ser sentenciado a los 24 años correspondientes, solo recibe una condena de seis años. Entendido el fin de evitar el sufrimiento adicional a la niña al presentarla como testigo, y las dificultades procesales de lograr una condena sin el testigo esencial o teniéndolo demasiado afectado como para que sea útil, el resultado es escandaloso.

Lo dicho por la Procuradora de las Mujeres, y exfiscal a cargo de procesar delitos sexuales, merece consideración muy seria. Lo que hay que hacer es ampliar y profundizar en los recursos investigativos y adjudicativos, de modo que se atenúe aún más el impacto emocional que producen en la víctima --sobre todo menor de edad -- los procesos policiaco, acusatorio y judicial. Aunque no es de fácil solución, el problema hay que resolverlo, para que se eviten fracasos de la justicia e inequidades como la registrada en este caso.

jueves, 7 de julio de 2011

Desorbitado

¡Se escribe cada cosa! En una noticia sobre la presencia puertorriqueña en la NASA, se dice de un compatriota nuestro: «Actualmente funge como diputado en el área de recursos de ingeniería del director de esa división en Florida». Como la NASA, por más importante que sea, no alcanza la categoría de un cuerpo legislativo o un parlamento, el boricua no puede ser un «diputado». Lo que sí debe ser es un deputy del director, es decir, un asistente, auxiliar, ayudante, o subdirector en esa área de trabajo.

Aunque errores como éste mueven a risa, resultan preocupantes porque ponen de manifiesto el gran desconocimiento del español, que motiva que se «traduzcan» vocablos del inglés disparatadamente, pensando que el término en español, meramente por su parecido con el del inglés, corresponde al significado que tiene en esa otra lengua.

miércoles, 6 de julio de 2011

Poco amigas de la verdad

La credibilidad de los testigos es un elemento fundamental en todo proceso judicial. Ello es así, sobre todo en los de cargo, habida cuenta de que es el Estado el que tiene el peso de la prueba. El veredicto absolutorio en el caso del exrepresentante Luis Farinacci demuestra que la mendacidad aceptada por su esposa y acusadora fue definitiva. La norma de que la falta de honradez en un asunto debe tomarse en cuenta para decidir si se cree lo que se dice con respecto a otro minó su credibilidad. Tampoco hay que olvidar que ella insistió en que él era usuario de drogas, y ello no se evidenció en la prueba que se le hizo cuando todavía era representante a la Cámara.

Esa misma falta de confianza en la veracidad de quien acusa es la que ha dado al traste con la acusación contra el exDirector del Fondo Monetario Internacional por violación a la mucama del hotel en Nueva York. Las mentiras que se le han descubierto -- aun en asuntos anteriores al caso -- la han desacreditado irremediablemente.

Es posible que en uno u otro caso, o en ambos, el acusado haya sido culpable, pero sus acusadoras no tenían las «manos limpias» y ellas mismas se embarraron.

martes, 5 de julio de 2011

Conocimiento sólido

El contacto forzoso con el inglés de las clases profesionales -- por la importancia cultural de esa lengua -- lleva a que se adopten sus giros y modismos, muchas veces como calcos impensados. De ahí que se digan cosas como la que publica hoy un doctor en filosofía acerca de la pena de muerte: «No fue la ciencia dura la razón principal que lograría abolir la pena de muerte en Puerto Rico». Es evidente que el profesor ha calcado la expresión "hard science", que en inglés tiene sentido, pero en español no. En nuestra lengua se puede decir rigor científico, la evidencia científica sólida, el conocimiento científico bien validado, las pruebas científicas confiables o algo similar. En el derecho se habla de "hard evidence", pero eso no se traduce como " evidencia dura» sino «sólida». Aunque hay cierta sinonimia entre «duro» y sólido», no son intercambiables, y debe observarse el convencionalismo de las frases hechas en este contexto.

lunes, 4 de julio de 2011

Un juez con el «ánimo prevenido»

El afán de proteger a los grandes intereses económicos ha llevado a Antonin Scalia, juez asociado del Tribunal Supremo de Estados Unidos a hacer el ridículo. Invocando un poder que rara vez se usa, él solito emitió una orden que paralizaba el pago de $270 millones como parte de una sentencia dictada hace siete años contra cuatro grandes tabacaleras en un pleito de clase para, en este caso, establecer un programa para ayudar a dejar de fumar. Scalia -- que es fumador --  tomó esa insólita decisión basado en su creencia de que, en su día, el Tribunal en pleno vería la apelación y decidiría a favor de las tabacaleras. Por lo tanto, emitió la orden para evitarles el «daño» de tener que pagar esa suma en un caso que finalmente ganarían

Quizá para darle una lección, por su arrogancia, sus compañeros de estrado lo han dejado solo, pues no sólo no revocaron la decisión, sino que ni siquiera aceptaron la apelación, sin dar razones para ello. Scalia, odioso y soberbio como pocos, no ha dicho ni hostia.

domingo, 3 de julio de 2011

¡Asombroso!

Con la «renuncia forzada» -- despido, realmente -- del Superintendente de la Policía se produce una ensarta de disparates de orden lingüístico. Se le atribuye a Figueroa Sancha haber dicho: «Estoy en shock, pero tranquilo. Realmente, mi salud lo necesita». Quien está en shock soy yo. Veamos.

Cómo se puede estar en shock y tranquilo a la vez, me lo tienen que explicar. Hay que suponer que, a pesar de su supuesto problema de salud,  Figueroa no se refiere a la condición física conocida con ese término, pues hubiera estado en peligro de muerte. De manera que a lo que se refiere es al estado emocional, que, de no haber trabajado tanto tiempo en el FBI, pudo haber descrito como asombrado, estupefacto o patidifuso. Por otro lado, si realmente tiene un problema de salud, entonces debería estar agradecido de que lo relevaran de un cargo tan física y mentalmente oneroso.

Realmente, el país está aliviado con su despido.

sábado, 2 de julio de 2011

«La mera duda ofende»

Sorprende y preocupa que la Oficina de Administración de los Tribunales, por un lado, admita que su investigación sobre la conducta del juez cuyo caso de tránsito ha sido desestimado por inacción de la Fiscalía está en una etapa muy preliminar, y por otra parte, que sopesan si la conducta imputada es violatoria de la ética judicial. Si malo es lo primero, peor es lo segundo.

Como he dicho, el proceso administrativo no depende del resultado penal. Una conducta puede no ser delictiva, pero puede ser «inmoral, contraria al orden público o a las buenas costumbres». Resulta insólito que, por unos hechos ocurridos en enero, se esperara hasta mayo para iniciar la investigación administrativa. Más sorprendente es el fundamento jurídico que se aduce para no haber concluido la pesquisa. La jurisprudencia del Tribunal Supremo de Puerto Rico, de manera consecuente, ha sostenido que la ética es mucho más abarcadora que la legalidad. No puede haber duda razonable de que los hechos de este caso configuran una violación crasa de la ética judicial, profesional de la abogacía o general aplicable a cualquier ser humano. Plantearse la posibilidad de que no sea así es, francamente, incomprensible.

viernes, 1 de julio de 2011

«Quebranto» lingüístico

En noticia publicada ayer acerca de la presentación de un libro sobre la recuperación de la cantante Dagmar de su cáncer en la lengua, al referirse a la emoción que la embargaba, se dice: «Darle voz al proceso más duro de su vida, su batalla contra el cáncer, hizo que la cantante y animadora Dagmar se quebrantará por momentos». Dejo a un lado el evidente uso incorrecto de la tilde, que atribuyo a un «error de imprenta», para atender la equivocación principal. Lo que se ha querido decir es que la simpática artista se afectó, afligió o emocionó. En todo caso, se le quebró la voz, al hablar de su quebranto de salud. Lo que no es correcto es decir que ella se «quebrantó». Como he dicho tantas veces, hay palabras que tienen la misma raíz y significado general, pero, atendiendo a sus matices, no pueden usarse indistintamente. «Quebrar» y «quebrantar» comunican «rompimiento» en variadas acepciones, pero hay que respetar el uso adecuado para cada caso particular.