martes, 30 de noviembre de 2010

No calumnia quien dice la verdad.

El crimen del niño Lorenzo sigue dando de qué hablar, y tanto se habla que se habla mal en todos los sentidos. Hoy el periódico cita a una ciudadana que, conmovida por las visitas de la madre del niño a la tumba de éste, ha dicho : «Aquellas lágrimas gruesas que yo vi creo que son sinceras. Uno no puede levantar falsas calumnias contra nadie.» Como las calumnias son, por definición, falsas, las «falsas calumnias» son forzosamente ciertas.

Por supuesto, no podemos atribuirle conocimiento de tal sutileza lógica a la ciudadana de a pie. Lo más probable es que se confundió de imagen, pues quiso decir que no se deben levantar falsos testimonios ni mentir, como reza uno de los diez mandamientos que figuraban en las tablas de la ley que Moisés bajó del monte.

lunes, 29 de noviembre de 2010

«Vano empeño»

Gregorio Igartúa - a quien conozco desde hace muchos años - es un buenazo y, por ello, un iluso, que lleva años acudiendo a los tribunales de Estados Unidos para que le concedan el voto presidencial a los puertorriqueños sin que seamos estado de esa federación.  Acaban de darle otro «cantazo» a esa pretensión irreal, que él no acaba de entender.  En él ha podido más su ideal anexionista que su conocimiento del Derecho; por eso insiste en que el foro judicial resuelva jurídicamente lo que es una cuestión eminentemente política.  Su tesis es que la ciudadanía americana confiere unos derechos que incluyen votar por el Presidente y, en última instancia, la estadidad.  Quizá debiera ser así, pero los americanos hicieron bien claro, desde que iniciaron esta relación colonial con Puerto Rico, que no tenían la más mínima intención de incorporarnos a su unión.  Quien lo dude, que lea las actas del Congreso de esos primeros años del siglo XX, para que vea, entre otras cosas, el asco y el desprecio que nos tuvieron y, aunque quizá atenuados, nos siguen teniendo.

Por eso, no hay planteamientos de Derecho que valgan.  Seguiremos «perteneciendo a, pero no seremos parte de» Estados Unidos, para recordar la frase lapidaria con la que el Tribunal Supremo de Estados Unidos fijó su posición con respecto a Puerto Rico hace cerca de un siglo.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Mal juego lingüístico

La traducción impensada de partes de prensa escritos originalmente en inglés lleva a disparates mayúsculos.  El periódico nos informa: «En pie hoy juegos de guerra en Corea del Sur».  Evidentemente, es un calco feísimo del término war games.  El titulista desconoce que en español se dice ejercicios o maniobras militares.  Quizá en inglés no se oiga mal la expresión original, pero en nuestra lengua suena extraña la frase producto de una traducción literal.

Conocer bien un idioma supone ser sensible a las frases y giros que le son propios, y a identificar como incorrectos los ajenos.  Cuando uno se enfrenta a un término de otra lengua, lo que procede es buscar en la nuestra su equivalencia.  En caso de no haberla,  se debe poner entre comillas el término inventado.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Suprema ignorancia

El juez asociado del Tribunal Supremo de Estados Unidos, Stephen Breyer, de 72 años, ha sido muy franco en una comparecencia reciente a una universidad, al reconocer que él y sus colegas padecen de una gran ignorancia tecnológica.  El asunto, por supuesto, va más allá de una mera limitación en su vida personal, y les afecta en su trabajo, pues, con alguna frecuencia, tienen ante su consideración asuntos en los que hay de por medio elementos del mundo cibernético que ellos ignoran en grado sumo.

Aunque hay personas de edad avanzada que se mantienen al tanto de los adelantos en la vida moderna, lo cierto es que los jueces del Supremo son parte de la mayoría en este sentido.  Por eso - y por otras razones - no creo en los nombramientos vitalicios para la judicatura.  Nuestra Constitución es más sabia, al disponer el retiro judicial forzoso a los 70 años.  De ahí en adelante, se pueden dedicar a aprender sobre Facebook y cosas así...

viernes, 26 de noviembre de 2010

Faltan palabras

Hace un par de días, el periódico informaba lo siguiente: «FBI allana fondos de inversiones en Estados Unidos». Pues, sé que el todopoderoso Negociado se las trae, pero lo dicho, literalmente, no es correcto.  El allanamiento, forzosamente, se produce en un lugar, sea en una casa, una oficina o en cualquier otro sitio.  De manera que los federales entraron a las oficinas de esas compañías o empresas de inversiones, no a los fondos que administran.

El llamado estilo periodístico muchas veces abrevia - incluso innecesariamente - produciendo expresiones sin sentido o truncas.  No siempre fue así en nuestro país, y me consta que en otras latitudes no lo es, pues los titulares se escriben en oraciones con pensamientos completos.  El tamaño tabloide en los periódicos y el afán de ahorrar espacio, para dedicarlo a anuncios, lleva a una mala economía expresiva.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Una madre impugnada

Continúa la saga del caso González Cacho, ahora con la controversia acerca de la custodia de  las hermanas del niño asesinado.  La decisión del tribunal que le permite a la madre ver a sus hijas con la supervisión de personal del Departamento de la Familia es la más acertada, por prudente.  Hay que recordar que al niño lo mataron estando en la casa de su madre, con ella presente.  Ella ha sotenido no saber qué ocurrió, lo cual plantea posibilidades todas muy negativas para ella.  La primera es que ella esté mintiendo.  La segunda es que ella no sepa porque estuvo inconsciente parte de esa noche, producto del consumo de alcohol o drogas y de una relación íntima con alguno de los hombres que la visitaron esa noche.  En cualquier caso, Ana Cacho no queda bien parada como madre que merezca tener la custodia de sus hijas.

La visitas supervisadas son el mecanismo para evitar que ella influya en el ánimo de las niñas, logrando que declaren de manera congruente con la versión que ella ha dado.  En este caso se ha visto una participación muy activa y tendenciosa de la madre de Ana, sobre todo, a la cual hay que impedirle ese contacto con sus nietas, para evitar que les suministre un «libreto» de lo que deben declarar.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

«No solo de pan...»

Hace poco, estuve en el supermercado.  En Puerto Rico, como se piensa que hay que facilitarle la vida a cualquier americano que no sepa español - que es decir casi todos ellos - que pase por aquí aunque sea de visita, tenemos letreros en inglés por doquier, incluso en los pasillos de los supermercados, para indicar cómo está distribuida la mercancía.  Por ponerse con esta ridiculez, se incurre en lo que vi en el siguiente letrerito: «"Can fish" - Concervas en lata».

¡Hombre, pero si es como para echarse a llorar!  Primero, que lo correcto es canned, es decir, «enlatado».  Segundo, que se trata de conservas.  En fin, que terminamos quedando mal, tanto con los que hablan inglés como con los que hablan español.  Y lo bonito es que sabe Dios cuánto tiempo lleva el letrerito ahí.

Es como para que se le quite a uno el hambre...

martes, 23 de noviembre de 2010

Un entuerto deshecho

El dictamen judicial que invalida unas disposiciones del Reglamento de Estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, por imprecisas y vagas, era de esperarse.  El tribunal apreció correctamente que no es válido en Derecho que un texto que da lugar a sanciones disciplinarias sea tan amplio como para que deje a la discreción casi absoluta de la autoridad su aplicación.  En otras palabras, las prohibiciones tienen que estar claramente definidas y las sanciones también.  Lo contrario es digno de una novela de Kafka; interesante como literatura, pero una pesadilla como realidad.

Francamente, uno no se explica cómo abogados mínimamente competentes preparan engendros como éstos, y esos mismos u otros tienen la fuerza de cara de defenderlos en un tribunal.  De ahí que en esta epopeya universitaria de meses recientes, incluso estudiantes de Derecho han prevalecido en los tribunales frente a experimentados abogados que se empeñan en defender lo indefendible.  Veremos si los abogados de la Universidad tienen la temeridad de ir al Tribunal de Apelaciones y, en última instancia, al Supremo, confiando en que aquella «cancha» les sea favorable.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Algo «de madre»

Si no se tiene cierto cuidado, la expresión puede resultar ambigua o equívoca.  Véase este titular: «Padre se lleva la menor tras recogerla en casa de su madre.»  Dicho así, no sabemos si se trata de la madre del padre o de la menor.  Para evitar esa confusión, debió decirse «en casa de la madre de ésta» o «la madre de la niña».

Si bien la brevedad es deseable, no puede ser a costa de que no nos entendamos claramente.  A veces es necesario añadir unas palabras, para tener el mensaje claro.  En esta época de un afán desmedido por la comunicación «telegráfica» cibernética, podemos ser breves pero siempre claros, si prestamos un poco de atención al sentido de la expresión.

domingo, 21 de noviembre de 2010

La libertad es para todos.

Como era de esperarse, la posición institucional más clara y definida acerca del reconocimiento de los derechos de personas con orientación sexual distinta de la heterosexual la ha manifestado el Partido Independentista Puertorriqueño, en actividad convocada por esa comunidad.  Creer en la independencia es creer en la libertad, no sólo política, sino personal en todas sus dimensiones.  El género y la inclinación sexual es un asunto de la más estricta intimidad, y es parte de la dignidad humana que nuestra Constitución acertadamente proclama como «inviolable».  Por eso, en estricto derecho, no es posible regatearle válidamente a una persona sus derechos, sobre la base de su preferencia sexual.  Sólo el integrismo religioso y el fascismo político, conjuntamente o por separado, pueden apoyar el discrimen por razón de género o sexo.  El régimen de libertad en una sociedad que valora la diversidad tiene que respetar y tolerar estas diferencias humanas.  Es la barbarie la que persigue a las minorías y a quienes son «distintos».

sábado, 20 de noviembre de 2010

Así no va a «perdurar».

Esta mañana, en un programa radial, escuché a una periodista nuestra de cierto renombre elogiar a un comediante también nuestro, luego de haber asistido a un espectáculo suyo.  Lo que me dio gracia - y pena - fue cuando dijo que el comediante tenía una gran capacidad de improvisación, por lo que su presentación había «perdurado» un buen rato.  Evidentemente, la mujer ha confundido durar con perdurar, conceptos relacionados pero distinguibles.

Como sabe cualquiera que tenga alguna noción del español, «perdurar» se refiere a una larga duración de, por lo menos, muchos años.  «Durar» es algo más relativo, incluido algo de corto tiempo.  En este sentido, puede decirse que el espectáculo «duró» un par de horas, y que, dada su trayectoria de 20 años, el comediante ha «perdurado» como tal en la farándula puertorriqueña.

viernes, 19 de noviembre de 2010

De toallas y tarjetas

No sé de dónde ha salido, pero, bien visto, es incorrecto.  La prensa informa que la Presidenta de la Cámara de Representantes asegura que, a pesar de ser correligionarios, no le va a dar un «toallazo» al representante imputado de faltas éticas y posible delitos.  Lo cierto es que este asunto de «tirar la toalla», como sabemos los aficionados al boxeo, nada tiene que ver con la idea de absolver a una persona.  En el boxeo, la «esquina» tira la toalla al cuadrilátero para que se detenga el combate y se libre al púgil de más castigo.  Por lo tanto, es una aceptación de la derrota.  La «toalla» favorece al boxeador, pero no es proclamándolo vencedor, sino auxiliándolo en su desgracia.

En todo caso, para continuar con la analogía boxística, la Presidenta debió haber dicho que no iba a alterar las tarjetas de votaciones de los jueces a favor de su compañero de partido.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Eliminemos ese «corte».

El Diccionario de la RAE lista más de 30 acepciones para el verbo «cortar».  Ninguna de ellas justifica la siguiente: «Roche cortará 4,800 plazas.»  Lo que la farmacéutica va a hacer es eliminar ese número de puestos de trabajo.  La influencia del inglés "cut" es evidente.  En ciertos contextos se puede usar rebajar reducir.  Aunque, en esencia, el concepto es el mismo, «cortar» se refiere a un acto físico más directo o drástico; los otros sinónimos, a acciones que restan de un volumen, pero de manera más sutil. 

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Una «caballada»

Estipulado que el maltrato a los animales es algo condenable y despreciable, la sentencia de 12 años de reclusión por maltratar a una yegua es claramente desproporcionada, frente a condenas mucho menores por actos violentos - incluso homicidios - contra seres humanos.  La proporcionalidad entre el daño y el castigo es un principio cardinal del derecho penal.  Hay, por supuesto, una escala de valores de los bienes tutelados por el derecho, en la cual deben primar aquéllos relacionados con las personas naturales.  Por más que valoremos a los animales, jamás deben estar por encima de los seres humanos; por lo cual, un daño a los primeros no debe penarse con mayor severidad que uno a los segundos.

martes, 16 de noviembre de 2010

Un país «comatoso»

He dicho muchas veces que los boricuas no sabemos usar la coma: la ponemos mal o no la ponemos.  Véase este anuncio de una institución bancaria: «Con tu familia encuentras el calor del hogar, con nuestra asesoría lo haces posible.»  La pausa entre ambos pensamientos es más prolongada que la que indica una simple coma.  Por lo tanto, en este caso se requiere el uso del punto y coma, signo de puntuación que se usa para enlazar dos pensamientos distintos pero muy relacionados.

Claro está que, incluso, se pudo haber puesto un punto, convirtiendo la oración  en dos.  También se pudo haber puesto la conjunción «y», lo cual es igualmente correcto.  Lo que no lo es en modo alguno es el uso de la coma.  El desconocimiento de las funciones de los otros signos de puntuación lleva a muchos a abusar de la coma, poniéndola sin ton ni son.

lunes, 15 de noviembre de 2010

«Pax portoricensis»

La decisión de la Presidenta de la Cámara contra el representante Luis Vega Ramos, que reduce el presupuesto de su oficina, resulta, a todas luces, discriminatoria, persecutoria y selectiva.  Por lo que se ha dicho, al representante no se le han notificado formalmente las razones para esa decisión, pero, habiendo ocurrido luego de unos incidentes parlamentarios en el que él tuvo parte, es evidente que se trata de una represalia.  Escudada en que los parlamentos gozan de una amplia facultad sobre su funcionamiento, Frau González echa a un lado la libertad de expresión - incluida la más fogosa - de un legislador, y erigiéndose en juez, jurado y verdugo, lo sanciona de esta manera.

Ya no nos debe sorprender el estilo fascistoide de este gobierno, que busca por todos los medios acallar la disidencia y la oposición.  Es, en este caso, el ejercicio crudo del poder legislativo, el cual, conjuntamente con el atropello del poder ejecutivo y la complacencia del poder judicial, constituye un auténtico autogolpe a la democracia puertorriqueña.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Determinación primero, decisión después

Por influencia del inglés, se usa demasiado y mal la palabra determinación, cuando lo que se quiere decir es decisión.  Hoy, la crónica deportiva nos dice sobre el lanzador Andy Pettitte: «El zurdo tomará pronto una determinación».  Pues, mire usted que no.  Lo que sí puede decirse es que si él determina que no está físicamente apto para seguir jugando pelota, decidirá retirarse.  La «determinación», en este contexto, se refiere a dejar claramente establecido un dato o un hecho, del cual se parte para tomar una decisión.

Por supuesto, «determinación» también significa la firme voluntad de hacer algo.  Por ello, podría decirse que un atleta lastimado que compite muestra una gran «determinación».

sábado, 13 de noviembre de 2010

A pie firme

En este clima general de prohibiciones y represiones que vive el país, debemos hacer distinciones entre lo que es  arbitrario y caprichoso y lo que es razonable.  Someter a referendum el derecho a manifestarse en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico no es solamente inconstitucional sino descabellado, por lo impráctico e inmanejable.  Sólo a un gobierno fascista como el que padece nuestro país se le ocurre una cosa como ésta.  Por supuesto, lo de la inconstitucionalidad ya tiene asegurado un sonoro «no ha lugar» en un Tribunal Supremo dominado por el partido de gobierno.

Por otro lado, me parece meritoria la prohibición de patinetas en el Recinto, pues se trata de un aparato que, distinto de las bicicletas o teresinas, puede usarse - y se usa - para transitar por sitios y de forma que pone en riesgo la seguridad de peatones o transeúntes.  La experiencia indica que quienes corren patinetas son aficionados a ejecutar ciertos giros, movimientos y piruetas para lucir sus habilidades, algo que resulta inconveniente y peligroso en un ambiente densamente poblado como el de un campus universitario.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Con brevedad

Es muy frecuente escuchar o leer «a la mayor brevedad posible».  Lo correcto es «con la mayor brevedad», pues se trata de un plazo para realizar algo.  Por lo tanto, de la misma manera que se diría «haz tal cosa con premura, prioridad, rapidez», esta otra forma de señalar un plazo breve  lleva consigo la preposición «con».

jueves, 11 de noviembre de 2010

La tesis de Torruella

La propuesta de legalizar la marihuana, como un primer paso a dejar atrás el enfoque punitivo al consumo de drogas, no es nueva, pero cada día gana más adeptos.  Que una persona de la talla del juez Torruella insista en el tema - pues ya lo había planteado hace algunos años - es señal de que no se trata de una idea de mentes calenturientas, encandiladas por algún estupefaciente.  Torruella supo leer la «escritura en la pared», y valientemente, ha asumido una posición realista y sensata sobre el tema.

La narcomanía - para usar un término en desuso - es un vicio del cuerpo y de la mente, por lo que tiene que ser curado médicamente.  El tráfico ilícito se aprovecha de esos enfermos para lucrarse.  La lógica sencilla dicta que hay que eliminar el aspecto de negocio en este asunto, quitando la «clientela» de los adictos.  El derecho penal no tiene soluciones para este problema de salud física y mental.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Una mala pisada

No me parece la expresión más feliz:  «Le pisan el rastro a la FDA».  Los rastros se siguen, como se siguen las huellas o las pistas que deja algo o alguien.  En esa gestión, es posible que se le pisen los talones a quien huya.  De manera que aquí hay una mezcla de imágenes o metáforas que no observa los convencionalismos de la expresión a base de «frases hechas».  Hablar y escribir bien un idioma exige que conozcamos y sepamos emplear esas expresiones basadas en los distintos contextos.  De lo contrario, nos expresamos de una forma carente de la naturalidad de quien maneja su vernáculo con soltura.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Dictamen [in]fundado

La intervención policial que resulta en una detención a un ciudadano está predicada en que se tengan «motivos fundados» para creer que éste ha cometido o está cometiendo un delito.  El concepto supone que se den unas circunstancias que lleven a pensar razonablemente que ello es así, sobre todo habida cuenta de unos modos de proceder que le son conocidos a la policía o la confiabilidad de las confidencias que recibe.

Una decisión de que no hay «causa probable» para arrestar por la comisión del delito de posesión de armas de fuego con silenciadores dentro de un vehículo con los cristales entintados más allá de lo permisible, tras la alerta de una confidencia, resulta sorprendente.  La juez no parece haber aquilatado adecuadamente esos dos elementos.  Si la información que se recibe queda corroborada con lo que se observa, y además, el vehículo tiene cristales que impiden que se vea hacia dentro, ello, a todas luces, son motivos fundados para intervenir con sus ocupantes.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Me molesta.

Un titular de periódico sirve para aclarar un equívoco. «A ese señor le gusta molestar a los niños» plantea el tema del uso y el efecto del Registro de Ofensores Sexuales en la comunidad, sobre todo en lo que respecta a los menores de edad. Lo que ocurre es que «molestar» no tiene el significado de molest, origen evidente del uso que nos ocupa. No hace falta que a hispanohablantes les diga qué significa «molestar», que nada tiene que ver con lo sexual. En cambio, molest y sus derivados sí tiene la connotación del abuso o la conducta sexual impropia, sobre todo dirigida a menores de edad.

Siendo muy generoso, podría pensarse que la señora a quien se cita en el artículo, para evitarse explicaciones incómodas a los niños a quienes advertía, optó por usar el verbo «molestar» en su acepción de «fastidiar, importunar o perturbar». Pero, en el Puerto Rico transculturado lingüísticamente que conozco, me parece poco probable que el titulista lo haya tomado así.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Listos acelerados

Siempre sospeché que mucha gente había aprovechado el problema mecánico de los Toyotas hace algún tiempo para reclamar falsamente por daños a causa de la aceleración espontánea y súbita de los vehículos.  Me parecía rara la coincidencia masiva de miles de personas experimentando esa situación, y conociendo la naturaleza humana, supuse que había mucho de fraude en ello.

Aunque habrá que esperar por el desenlace de este novelón, en Estados Unidos se ha pedido la desestimación de cientos de pleitos porque los demandantes no han aportado prueba de que las aceleraciones hayan siquiera ocurrido o de que, de haber sucedido, hayan producido algún daño.  El cálculo que se ha hecho es que, en los últimos diez años, ha habido 93 muertes que se podrían atribuir a este desperfecto, una cifra lamentable, pero muy lejos de las 3,000 quejas informadas en el breve plazo registrado hace poco.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Yo, el hereje

Mi hija Yarín, residente de París por amor al francés y a un francés, me envía un enlace con el periódico español El País, en el que se comentan algunos cambios de la nueva ortografía.  Como saben mis lectores consecuentes, aunque muy liberal en muchas cosas, soy algo conservador en esto del lenguaje.  Por ejemplo, no tengo objeción a que a la hasta ahora «i griega» se le llame «ye» o a que ya no se considere que la «ch» y la «ll» son letras por sí solas.  Pero, los cambios en la acentuación, en nombre de una supuesta «simplificación», no son otra cosa que rendirse ante quienes nunca han aprendido bien ciertas diferencias marcadas por la tilde.  Es decir que ahora mandan los que en Puerto Rico llamamos «colgados» en la asignatura.  Para hacerles la vida más fácil,  quitemos los acentos ortográficos de las palabras porque no hacen falta, ya que cualquier duda queda superada por el contexto.  Así, ahora no hay que pensar si «solo» significa «solamente» o «no estar acompañado».

Con ese cuento del contexto se puede justificar casi cualquier cosa.  Por ejemplo, hoy se publica lo siguiente: «La zaga Márquez vs.Váquez», sobre una rivalidad boxística.  Como del contexto se sabe que se trata de saga, pues, de acuerdo con los doctos académicos, da igual cómo se escriba.  Incluso, han ido tan lejos que amenazan con tildar de incorrección el insistir en acentuar la palabra «guion», por monosilábica y falta de anfibología.

Pues, me declaro contestatario, hereje y voluntarioso en mi adhesión a ciertas normas gramaticales, lingüísticas y ortográficas, a despecho de una Academia bobalicona y pusilánime ante la ignorancia y la falta de rigor ajenos.

jueves, 4 de noviembre de 2010

«El centro de todo»

Resulta, por un lado difícil y por otro lado fácil, entender el cuestionamiento judicial de los dos proyectos de grandes centros comerciales, por parte de los dueños de Plaza Las Américas, el más grande y exitoso del país. Difícil, por lo contradictorio con la filosofía capitalista de la libre competencia. ¿Por qué impedir que unos empresarios establezcan un negocio? Si les va mal, allá ellos. ¿No es ésta la esencia de la democracia y la libertad que nos parece tan preciada? Cuando hace unos años el sector privado combatió los certificados de necesidad y conveniencia en su aplicación al establecimiento de farmacias, se argumentó que ello era un impedimento a la libertad comercial. El resultado de su eliminación es que hay un Walgreens en cada esquina.

Fácil, porque ahora, la familia Fonalledas, dueña de PLA, no quiere competencia para su negocio, y se ampara en el subterfugio de estar preocupada por el daño al ambiente que, por lo menos, uno de los dos proyectos ocasionaría. Eso nadie lo cree. Se trata de unos empresarios que una vez celebraron la «libertad de empresa», ahora no les gusta esta consecuencia lógica y natural de ella y pretenden que el tribunal los privilegie en el juego capitalista.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

«Bajo» ningún concepto...

Se abusa de la preposición bajo, convirtiéndola en un comodín de la expresión oral y la escrita.  Aunque, en sentido estricto, se usa para establecer una relación de ubicación física, por extensión, se ha ampliado para significar relaciones de subordinación u otras que nada tienen que ver con ello, algo con lo que debemos tener cuidado.  Por ejemplo, es perfectamente legítimo decir «bajo el régimen de Pinochet» porque se trata de una subordinación a un dictador.  Lo que no procede es decir «bajo estas circunstancias», pues se trata de unas condiciones del entorno, es decir, de lo que nos rodea.  Por eso, debe decirse «en estas circunstancias» o «dentro de estas circunstancias».  Tampoco debe decirse «bajo esta ley», sino «de acuerdo con esta ley».  En esto hay que estar pendiente de la influencia del término inglés under, del cual también se abusa.

martes, 2 de noviembre de 2010

«Nadie aprende por cabeza ajena.»

Se pretende continuar legislando sobre asuntos que competen mejor a la familia o a instituciones del sector privado. Ordenarle al Departamento de la Familia crear un curso de orientación prematrimonial es una idea «simpática» pero un tanto fútil, sobre todo de la forma en que se ha concebido. En primer lugar, porque se trata de algo voluntario, es decir, que no sería un requisito para contraer matrimonio, y en segundo término porque su duración sería de ocho horas. Aunque siempre podría argumentarse que eso es mejor que nada, lo cierto es que es patentemente insuficiente para cubrir el tema. Si de veras se quiere hacer algo al respecto, el cursillo debería durar, cuando menos, ocho días.

Aunque creo en el concepto general del «Estado benefactor», me parece que esta cuestión debe ser atendida por las iglesias u otras instituciones de la sociedad civil que, por voluntad de las partes, puedan orientarlas acerca del matrimonio en sus distintos aspectos. Me temo, sin embargo, que nada de eso va a detener los divorcios y otros problemas matrimoniales, como se pretende conseguir con esta medida. Un chusco - yo no, por supuesto - diría que para eso haría falta un curso de, por lo menos, ocho años...

lunes, 1 de noviembre de 2010

NI escaramuza ni escarceo

Con el titular «Escaramuza policiaca» se informa de un incidente que terminó en la muerte a tiros por la espalda de un individuo, a manos de la policía.  De entrada, no hay «escaramuza» posible en una intervención que termina de esta manera, pues la palabra significa una pelea o riña de poca importancia.  Y no solamente por el desenlace fatal, sino por la forma en que se desarrolló el asunto.  Cuando se lee la noticia, nos enteramos de que la policía intervino con unos individuos con relación a un auto robado, se desarrolló una persecución en la que hubo disparos, y finalmente la muerte aludida.  Frente a este cuadro, mal puede hablarse de una «escaramuza».

A menos que, dentro del ambiente de violencia en que vivimos, hayamos llegado al punto en que consideremos algo así como de poca importancia...